Making the social economy work within the global economyan empirical study of worker co-operatives in Quebec, Emilia-Romagna and Mondgradon
- Cid Araiztegui, Mikel
- Iñazio Irizar Etxeberria Director/a
- Gregory J. Macleod Codirector/a
Universitat de defensa: Mondragon Unibertsitatea
Fecha de defensa: 27 de de juny de 2005
- Dionisio Aranzadi Tellería President/a
- Fermín Garmendia Aguirre Secretari
- Michel Larrasquet Jean Vocal
- Robert Briscoe Vocal
- Adrián Zelaia Ulibarri Vocal
Tipus: Tesi
Resum
Esta tesis doctoral parte de la asunción de que el sistema de desarrollo económico dominante crea riqueza y prosperidad pero también exclusión social y regional. Ante esta problemática se plantea la Economía Social en general y la empresa cooperativa en particular como posible solución. Para ello se asume que es imprescindible probar que dicha empresa es competitiva. Se parte de la afirmación de Milton Friedman y la Escuela de Chicago de que cualquier empresa que se desvíe de la máxima de concebir el incremento del valor de la acción como única motivación racional en el desarrollo de actividad empresarial, será ineficiente y por lo tanto no competitiva. Para probar que dicha afirmación no es siempre cierta, esta tesis se propone mostrar ocho casos de cooperativas de trabajo, es decir, empresas comprometidas socialmente que ocupan posiciones competitivas en sus mercados. Estos son contra ejemplos a la afirmación de Friedman. Tras definir una metodología de trabajo propia y seleccionar los casos en Quebec, Emilia-Romagna y Mondragon, se procedió a la recogida y análisis de los datos. Tras dicho trabajo de campo en cada región, las empresas estudiadas han obtenido puntuación alta en ambas dimensiones, en el compromiso social medido en función de los 7 principios cooperativos de la Alianza Cooperativa Internacional y en su eficiencia y posición competitiva en función del Cuadro de Mando Integral de Kaplan y Norton. Así, la hipótesis ha sido refrendada y se ha demostrado que lo afirmado por Friedman no es siempre cierto. El compromiso social firme no es siempre un impedimento para la excelencia empresarial.